
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado un informe titulado “Power Hungry: How AI Will Drive Energy Demand”, en el que proyecta que la inteligencia artificial (IA) impulsará el crecimiento económico mundial en aproximadamente un 0,5% anual entre 2025 y 2030. Este aumento en la producción global se estima que superará los costos asociados al incremento de las emisiones de carbono derivadas del mayor consumo energético de los centros de datos necesarios para operar los modelos de IA. El informe destaca que, aunque la adopción de la IA conlleva desafíos ambientales, los beneficios económicos netos son significativos Reuters.
Sin embargo, el FMI advierte que estos beneficios no se distribuirán de manera equitativa a nivel global. La implementación de la IA podría profundizar las desigualdades existentes, ya que las economías avanzadas están mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades que ofrece esta tecnología. Además, se estima que el consumo eléctrico impulsado por la IA podría más que triplicarse para 2030, alcanzando los 1.500 teravatios-hora, equivalente al consumo actual de electricidad de India. Este aumento en la demanda energética podría resultar en una subida acumulada del 1,2% en las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que representa un costo social estimado entre 50.700 y 66.300 millones de dólares Reuters.
Para mitigar estos riesgos, el FMI insta a los gobiernos y empresas a implementar políticas que fomenten el uso responsable y sostenible de la IA. Esto incluye la inversión en energías renovables para alimentar los centros de datos y el desarrollo de marcos regulatorios que aseguren una distribución equitativa de los beneficios económicos. Organizaciones como el Grantham Research Institute señalan que, si se dirige adecuadamente, la IA podría incluso contribuir a la sostenibilidad al mejorar tecnologías de bajo carbono en sectores como la energía, la alimentación y el transporte Reuters.
Para estudiantes que se inician en el mundo digital, este informe subraya la importancia de comprender no solo las oportunidades que ofrece la IA, sino también los desafíos éticos y ambientales asociados. Es fundamental fomentar una educación que prepare a las nuevas generaciones para participar activamente en el desarrollo de tecnologías que promuevan un crecimiento económico inclusivo y sostenible.
